NORTHTOWN, 30 Mar [MedEx]- A pesar de los avances en la terapia antihipertensiva, la furosemida siguen siendo efectiva para reducir la hipertensión en las personas mayores, aun cuando la actividad de la renina o de la aldosterona sea variable.

Los investigadores estadounidenses estudiaron a pacientes mayores con hipertensión insuficientemente controlada. Se examinó la asociación entre los cambios en la presión sistólica, diastólica y media y lo cambios en la actividad de la renina plasmática (PRA), la aldosterona sérica (SA), y del péptido natriurético auricular (ANP) antes y después de agregar furosemida al régimen antihipertensivo previo. Los resultados revelaron que después del tratamiento con furosemida la presión arterial sistólica (p<0.001) diastólica (p=0.004) media (p<0.001) y el peso se redujeron (p=0.02) significativamente. En el 67% de pacientes la caída de la presión arterial estuvo asociada con un aumento de la actividad de la renina plasmática y de la aldosterona y con una reducción en el péptido natriurético y el peso corporal; lo que sugiere que se trataba de una hipertensión dependiente de sodio y volumen. En el 33% restante la presión también se redujo pero no hubo aumento de la renina o de la aldosterona ni una disminución del péptido natriurético. Esto sugiere que la reducción de la presión arterial fue por mecanismos distintos. Los autores sostienen que los diuréticos todavía cumplen un papel importante en el control de la hipertensión en la población geriátrica. El estudio es no evalúa los efectos adversos asociados a esta terapia.

[Fuente]- Edición de Marzo de 2003: American Journal of Hypertension

[Tipo de Estudio]- Ensayo clínico controlado.

[Asignación]- Se estudiaron 12 pacientes de 65 a 84 años.

[Autor]- Dr. Michael F. Michelis y colegas.

[Centro]- Lenox Hill Hospital, New York. EE.UU.

[Cita]- Am J Hypertens [ta] 2003 [dp] 16 [vi] 187-193 [pg]

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